lunes, 23 de junio de 2008

Asterión

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera(...). Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido(...). El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. (...)Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos. (...)Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redeentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo? El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre. -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.


La casa de Asterión - Jorge Luis Borges

lunes, 16 de junio de 2008

Me asusta volverme realmente metódica, y creer que sé todo. O sentir que puedo controlar todo. Me asusta. Me aterra el sólo hecho de pensar que puede haber algo que no me sorprenda o asuste, aunque... tengo miedo tambien de que es eso que me asuste. Tambien me asusta. Ahora estoy haciendo lo posible para mejorar ciertos aspecto de mi vida en los cuales estaba -o estoy- realmente erronea, cerrada e imposible. Estoy explorando mi lado más sencible y creativo a la vez. Innovando. Aprendiendo cosas nuevas, diría. Siempre buscando cambiar aquellos pliegues que descubro. Bueno, sí, es una tarea realmente difícil, pero supongo que con los 'metodos' que busco y con ayuda de... ¿alguien? lo voy a hacer. Me asusta tambien eso.
Se podría decir que tengo muchos miedos, aunque muchos de los que me conocen no los noten, estan siempre ahí, latentes. Y tengo un miedo realemente grande e importante pero otro día hablare de él.

sábado, 7 de junio de 2008


Ahora que nos besamos tan despacio, ahora que aprendo bailes de salón, ahora que una pensión es un palacio, donde nunca falta espacio para más de un corazón... Ahora que las floristas me saludan, ahora que me doctoro en lencería, ahora que te desnudo y me desnudas, y, en la estación de las dudas, muere un tren de cercanías... Ahora que nos quedamos en la cama, lunes, martes y fiestas de guardar, ahora que no me acuerdo del pijama, ni recorto el crucigrama, ni me mato si te vas. Ahora que tengo un alma que no tenía. Ahora que suenan palmas por alegrías. Ahora que nada es sagrado ni, sobre mojado, llueve todavía. Ahora que hacemos olas por incordiar. Ahora que está tan sola la soledad. Ahora que, todos los cuentos, parecen el cuento de nunca empezar. Ahora que ponnos otra y qué se debe, ahora que el mundo está recién pintado, ahora que las tormentas son tan breves y los duelos no se atreven a dolernos demasiado... Ahora que está tan lejos el olvido, ahora que me perfumo cada día, ahora que, sin saber, hemos sabido querernos, como es debido, sin querernos todavía... Ahora que se atropellan las semanas, fugaces, como estrellas de Bagdad, ahora que, casi siempre, tengo ganas de trepar a tu ventana y quitarme el antifaz. Ahora que los sentidos sienten sin miedo. Ahora que me despido pero me quedo. Ahora que tocan los ojos, que miran las bocas, que gritan los dedos. Ahora que no hay vacunas ni letanías. Ahora que está en la luna la policía. Ahora que explotan los coches, que sueño de noche, que duermo de día. Ahora que no te escribo cuando me voy. Ahora que estoy más vivo de lo que estoy. Ahora que nada es urgente, que todo es presente, que hay pan para hoy. Ahora que no te pido lo que me das. Ahora que no me mido con los demás. Ahora que, todos los cuentos, parecen el cuento de nunca empezar.


¿Donde habrá quedado aquello que te dí? Aquello que leía mientras escuchaba esta cancion.
Su voz causa estragos en mí.

miércoles, 4 de junio de 2008

René Magritte

"The son of man" René Magritte

Magritte en Londres


"Decalcomanía" René Magritte


Los cuadros surrealistas cuentan historias. Éste es el motivo por el cual para muchos surrealistas una idea literaria, un comentario filosófico o sobre teoria del arte eran más importantes que la ejecución pictórica. El ejemplo intelectual más impresionante es la obra de René Magritte, un artista belga que siguió las nociones duchampianas en forma pintada. En lugar de trasladar el aspecto de lo surrealista a sus cuadros, construyó enigmas con componentes de la realidad, señalando lo absurdo en el proceso. Los rompecabezas pictóricos de Magritte son juegos intelectuales que al mismo tiempo cuestionan radicalmente la realidad. Su tema no es una invocación de lo incosciente, sino la voluntad de desconcentrar al espectador y su percepción habitual enfrentándonos, anticipado por Lautréamont, a elementos dispares, incompatibles, ajenos los unos a los otros. Así, Magritte pretendía hacernos detener y pensar sobre la naturaleza de la realidad y nuestras suposiciones tácitas respectoa ella, así como acerca del arte y la percepción en general. Magritte admiraba la obra de su ídolo, de Chirico, según dijo, por la "superioridad de la poesía sobre la pintura y los diversos estilos pictóricos" que mostraba. El mecanismo para provocar una transmutación mágica y poética de lo cotidiano y para sacar al espectador de su autocomplaciencia fue la sorpresa. Esto consistió, en sus primeros cuadros "criminalistas", en volver al revés situaciones familiares: en El asesino amenazado, el asesino es la víctima; en La diversión, una chica se come un pájaro; en El sonámbulo, la figura del título camina por una habitación iluminada por un farol. La concepción de Magritte de una interacción entre pintura y poesía, objeto e idea, magia y reflexión se manifiesta claramente sobre todo en las obras en que se niega verbalmente la identidad del objeto reproducido. El más famoso es la pipa pintada con el título Ceci n'est pas une pipe, o Esto no es una pipa. El problema se intensificó y acentuó intelectualmente cuando Magritte repitió el tema cuarenta años más tarde, poco antes de su muerte. Esta vez el cuadro de la pipa con su título negativo estaba colocado en un caballete, dentro de un cuadro más grande que contenía una pipa de mayor tamaño flotando en un espacio vacío. Su irónico título era Los dos misterios. En ambos casos se indica que una pipa pintada no es una pipa real; la pipa flotante en el cuadro posterior hace referencia una vez más a este hecho, pero no es más real o tangible que la pipa original, sino sólo una reproducción bidimensional de ésta.
Similares líneas de pensamiento se manifiestan en los cuadros dentro de cuadros de Magritte, como en el de un levantador de pesas cuya calva es aparentemente idéntica a una de las pesas, o en la tela de La condición humana, en que la vista "real" que se ve a través de una ventana se mezcla con un fragmento pintado de la misma vista colocada en un caballete delante de la ventana. Este efecto de cuadro dentro de cuadro corresponde a un mecanismo ambiguo e irónico que se remonta a la época romántica, el del teatro dentro del teatro, en que la cuestión de la realidad y la ilusión se plantea con la misma fuerza, realmente filosófica.

"Las imágenes hay que verlas como son. Además, mi pintura no implica una supremacía de lo invisible sobre lo visible."

martes, 3 de junio de 2008

Preludio


En días como estos me pregunto si puede suceder algo peor e inmediatamente en que pienso esto, un hecho más grave me toma desprevenida.
Y eso que muchas veces me pregunto que fue lo que hice mal, al fin de cuentas siempre concluyo en el mismo sitio: dandome cuenta lo idiota que soy. Con el tiempo me di cuenta que hay personas que nunca cambian, aquellas que con el paso del tiempo conservan su escencia tal cual; otras, las que necesitan un cambio verdadero, son las que más dificil se les hace. Supongo que me encuentro en este ultimo grupo, y he descubierto que no puedo ni quiero cambiar. Bueno esto no es gratis, con el tiempo me dare cuenta que todo lo que dije hoy es una verdadera mierda, pero verdadera...
Si voy a ser sincera conmigo misma y con aquellos que leen esto debo confesar que no estoy feliz viendome destruir "todo aquello que toco". No es facil ser yo misma, y no me hace muy bien.
Deseo cortarme la cabeza y poder empezar de nuevo, pero como esto no va a suceder me tengo que conformar con lo que soy, creo que a lo largo del tiempo transcurrido defraude mucha gente a mi alrededor -incluyendome a mi misma-, a esas personas les pido perdon. Si alguna vez creyeron que era diferente, se equivocaron. Y tampoco se hagan problema por entenderme, no es facil, y tampoco yo puedo hacerlo. Hay veces que pienso que cuerpo y mente trabajan por separado, y de esta ecuación estrambótica nacen mis actitudes, pensamientos y actos.
Este recien es el preludio de mi locura...